Gracias a tod@s por su participación y comentarios. Por motivos de seguridad los comentarios son moderados y solo algunos serán publicados. Me siento honrada con sus preguntas.
La semana pasada desarrollamos lazos y equipos de trabajo en beneficio de nuestros chicos. Hoy comparto contigo, uno de los aspectos más menospreciado y mal interpretado, las conductas de nuestros chicos. ¿Qué influye y provoca las conductas?
Para mí, la conducta, salud, aprendizaje y calidad de vida de nuestros tesoros está impactada por el sistema sensorial. El sistema sensorial es el más grande que tiene el cuerpo, está compuesto de los cinco sentidos (tacto, vista, olfato, audición y gusto). La integración de los cinco sentidos nos permite reconocer e interpretar el mundo a nuestro alrededor.
Desde bebés estamos recibiendo información e integrándola a través del sentido del olfato y el tacto, son los reflejos más primitivos. Los bebes reconocen a la madre por el olfato. Cuando van creciendo, desarrollan la vista, luego todo lo meten en su boca. Están estimulando, integrando y desarrollando su banco de datos (su cerebro).
Por medio de la maduración de los sistemas vamos reaccionando al mundo que nos rodea. Al integrar los sentidos somos capaces de ver una forma, reconocer lo que es y pronunciar su nombre. En el caso del autismo estas conexiones no están bien integradas.
Hay ocasiones que esta falta de integración se debe a que hay sentidos muy sensibles o muy insensibles al mundo alrededor. Si la persona con autismo es muy sensible a la luz va a sentir que los ojos le duelen y va a evitar el dolor. En ocasiones no hay sensibilidad y va a buscar estimular ese sentido. Puede que sea observando un abanico dando vueltas.
Es por esto que muchos de los sonidos, mordidas, gritos, vueltas, aleteo, búsqueda de texturas o evitación de texturas se deben al sistema sensorial. Por favor, no lo veas como falta de buena conducta. Muchas conductas de tu hj@ con autismo se deben a que su sistema sensorial está muy sensible o insensible.
Por ejemplo, si está muy sensible (hipersensible) en la boca va a sentir que las texturas ásperas son como comer arena. Para ti es absurdo comer arena. Para tu chic@ comer arroz o pera, es como comer arena. Por el contrario, si es poco sensible (hiposensible) va a hacer cosas que le estimulen, como meterse todo en la boca.
Hay problemas médicos que se relacionan con el sistema de la audición y el oído. Hay veces que los chicos experimentan vértigo, náuseas y dolores de cabeza debido al sistema sensorial. Dar vueltas para estimular el sistema vestibular (parte del oído y el que controla el balance). Estos son algunos ejemplos, si tienes duda con alguna conducta repetitiva que tu hij@ presenta, consúltalo con tu terapista ocupacional, psicólog@ o neurólog@.
También hay rabietas asociadas al sistema sensorial. Imagínate caminando y sentir que no puedes ver, que el piso se mueve, si, como si estuvieras ebrio pero todo el tiempo. Imagínate sentado en una silla con una ropa torturándote.
¿Serias capaz de cumplir lo que la maestra quiere? O tratarías de parar tu sensación de malestar. Pero ¿Cómo dejarle saber lo que te sucede?, cuando no puedes usar las palabras para describir lo que sientes. Cuando no sabes lo que te sucede. Que opción te queda, gritar, quitarte la ropa, correr…morder. Posiblemente esa conducta, está asociada al sistema sensorial y no a mala conducta.
Aún recuerdo con angustia cada vez que iba con mi niño al centro comercial era una tortura. Llegábamos y comenzaban los llantos y las rabietas. Yo no podía entender. Mi niño no se tapaba las orejas, simplemente gritaba.
Aquí la explicación: Cuando llegas al centro comercial y abres la puerta sientes el murmullo (Puedes escuchar aquí), tu sistema sensorial es capaz de regularse y bloquear ese sonido. Una persona con autismo no. Imagina este sonido todo el tiempo que estas allí, añádele que tus padres están dándote instrucciones que no puedes escuchar y terminas castigado por algo que no puedes controlar. Al final el menor entiende que es malo y que el mundo está en su contra.
Es nuestra responsabilidad preguntar, aprender y luego poder entender el origen de las conductas. Hasta que no sepamos el origen de la conducta es difícil saber que hacer con las conductas. La única manera de entender es explicándole a los especialistas que saben del sistema sensorial. La forma en que lo explicamos va a influir en como el profesional decide impactar la conducta.
Ejemplo: Como psicóloga tengo 60 minutos para evaluar cómo ha sido la semana. Qué cosas pudieron influir en lo que sucedió y darte estrategias de manejo. Además de trabajar con el menor. Así que si me dices; “Esta semana X se portó terrible, mordió a la maestra, pateo a la directora y salió corriendo por el estacionamiento”. Te voy a preguntar: ¿Qué fue lo primero que sucedió?, ¿Qué paso segundos antes de que mordiera a la maestra?, ¿Qué cambios hay en la escula, hogar, salud del menor?
Mi experiencia es que nunca los padres me pueden responder porque los maestros no le dieron la información. Solo le dijeron que se portó mal. Por favor, siempre que te den una mala conducta pregunta: ¿Qué sucedió segundos antes de la conducta?, ¿Dónde estaba?, ¿Qué estaban haciendo los demás estudiantes (sonidos, olores en el ambiente). Además pregunta: ¿Qué la maestra hizo para que la conducta cesara? Estos son datos esenciales, si! Eres un detective. Esto nos va ayudar a ver si es sensorial o no, la causa de la conducta.
Recuerdo como los maestros se incomodaban cuando les preguntaba y no me sabían contestar. Al final en casi el 100% de las ocasiones la causa era sensorial.
Somos responsables de identificar que le afecta a nuestro menor. Compartir con sus especialistas y luego educar a nuestro menor en formas de vivir con su sistema alterado. Sí, es difícil pero posible. La única manera de aprender es observando a tu hij@, el ambiente en que la conducta sucede y preguntando. Es importante llevar un diario y ver las similitudes en los comportamientos. Hay varios recursos en internet que te pueden ayudar. Hay varias aplicaciones para el teléfono que te ayudan a mantener un registro. Siempre pregunta y consulta con tus especialistas, ellos son tu equipo. Práctica en casa lo que hacen en terapia, si tienes duda pide observar la terapia.
Recuerdo que en ocasiones mis juegos en casa eran todos dirigidos a estimular los sentidos de mi chico. Muchas veces pregunte como yo podía saber si era suficiente o si podía sobrestimar el organismo. Poco a poco fui aprendiendo, hasta que llegamos a la intensidad y frecuencia necesaria. Recuerda cada chic@ es único.
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